Es común que dentro de una estrategia financiera su asesor le haya presentado un producto de un seguro de vida con acumulación de efectivo conocido como “cash values”. Pero, ¿se ha preguntado el por qué de esa recomendación?
Antes de entrar al detalle, hablemos de los distintos tipos de contratos de seguros de vida permanentes que acumulan valores en efectivo. El mercado es liderado por dos (2) principales contratos; las pólizas de vida Universal y las pólizas de vida entera, “Whole Life”. Ambas pólizas son contratos que ofrecen un seguro de vida “permanente” que acumulan valores en efectivo. Este valor en efectivo crece de distintas maneras dependiendo del instrumento.
Bajo las pólizas universales, el valor en efectivo pudiera crecer bajo un interés fijo, indexada a un índice del mercado de valores, o variable invirtiendo en cuentas separadas similar a fondos mutuos.
Las pólizas de vida “whole life” ofrecen un valor en efectivo garantizado. Además ofrecen crecimiento basado en dividendos de la compañía aseguradora y no amarrados al mercado de valores. Es importante entender que los dividendos no son garantizados, pero sí garantizan un mínimo de rendimiento que en la gran mayoría de los contratos es un cuatro (4%) por ciento. Ambos contratos ofrecen beneficios contributivos ya que el valor en efectivo crece de manera diferida de impuestos y se pudieran diseñar para retirar el valor en efectivo dentro de la póliza en manera de préstamo, evitando un evento contributivo sobre las posibles ganancias.
Si el asegurado de la póliza fallece, sus beneficiarios recibirán el monto de seguro de vida libre de impuestos sobre ingresos. Es por eso que, los seguros de vida con valores en efectivo tienden a ser un excelente activo financiero dentro de su estrategia de retiro.
Ahora bien, ¿cómo sabemos cuál es el tipo de contrato que mejor nos conviene?
Para poder tener la respuesta, primero hay que realizar un análisis de estos. Los seguros de vida Universal: indexados, fijos o variables, no garantizan el costo de seguro ni los costos asociados al contrato. Estos costos irán aumentando con el pasar del tiempo y con la edad del asegurado. Estos contratos son diseñados para que la prima, o el depósito que se le hace al contrato de seguro, sea pagada hasta la muerte del asegurado o hasta edad 121. Esto significa que aunque el asegurado o dueño de la póliza deje de pagar las primas al llegar a su edad de retiro, la compañía aseguradora continuará debitando de sus valores en efectivo los pagos necesarios para mantener en vigor la póliza.Esto pudiera ser un problema serio y una bomba de tiempo durante los años de jubilación.
Por último, aunque los contratos universales permiten la flexibilidad en los pagos de prima; la prima de estos contratos no es garantizada, puesto que, en un futuro, la compañía pudiera exigir el aumento de esta.
A diferencia de los contratos de vida universal, los contratos de vida entera, “whole life”, le garantizan al dueño y asegurado las primas constantes y hasta con pagos por tiempo limitados.
Estas garantias permiten que los contratos “whole life” sean contratos más predecibles y seguros como suplemento de retiro.
¿Qué contrató mejor le conviene a usted cliente? Cada caso es muy particular y único, por esto le recomendamos a nuestros clientes que se comuniquen con nosotros para una consulta sobre el tema de su planificación para retiro.